lunes, 20 de diciembre de 2010

IMPURA esencia de la Critica

De Heriberto Yepez
Aquel que quiera entender la iluminación no debe pensar en ella, no debe estudiar o escribir sobre ella directamente; aquel que quiera explicar qué es la iluminación debe escribir sobre el arte de pulir espejos, por ejemplo, como se condujo el noble maestro Ma Tsu. Escribir sobre la iluminación para explicar qué es la liberación es una disciplina vulgar,indigna de un auténtico iluminado.

El consejo de Hui Hai podría prolongarse a la crítica. Un prudente libro sobre el arte de hacer crítica necesariamente tendría que hacerse eludiendo el tema de la esencia de la crítica literaria. La esencia de la crítica es convertirse en un simulacro.
Y es que para hablar de si misma la crítica inventa pre-textos; es parte de su esencia discurrir de si misma bajo el disfraz de discurrir sobre otros. Este ocultamiento es lo que provee a la crítica de su carácter tan sublime como miserable, por cierto.
El crítico, fingiendo que se supedita a otros, por ejemplo, simula que su obra carece de unidad (en tanto su obra depende de comentar objetivamente obras ajenas). Ello, nuevamente, es ilusorio: el crítico es un ventrílocuo, un tramposo que usa la obra de los demás para hacerlas decir consecutivamente una obra propia, veladamente unitaria, ideológicamenteuniforme tras bambalinas. En sus libros variopintos, el crítico simula que habla sucesivamente de los asuntos que cada autor u obra ajena le impone, pero en verdad manipula todas ellas para hacerlas encajar en su cuidadoso plan secreto. La propensión de la crítica es la reiteración, la vuelta.

Sobre la impura esencia de la crítica
Colección: Literatura
Centro Cultural Tijuana (CECUT)
Consejo Nacional para la Cultura y la Artes

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